EL CASTAÑO

El castaño europeo (Castanea sativa), ha sido desde siempre una especie muy apreciada debido a sus múltiples aprovechamientos; madera, castaña, leña, hojas, erizos y corteza constituyeron durante siglos una fuente de valiosos recursos para la población rural.
Debido al avance del mal de la tinta (Phytophthora spp.), ya desde finales del siglo XIX los sotos van desapareciendo, siendo a mediados del siglo XX cuando comiezan los trabajos de hibridación del castaño europeo (C. sativa) con las especies asiáticas (C. crenata, C. mollísima), buscando híbridos resistentes a la enfermedad y que presentan así mismo un buen comportamiento forestal.
Como consecuencia de estos trabajos de selección existen 39 clones aprobados como material forestal de reproducción y admitidos en el Catálogo Nacional de Materiales de Base; 23 de ellos en la categoría de Material Cualificado y 16 en la categoría de Material Controlado.



MULTIPLICACIÓN DEL CASTAÑO
(CLON: conjunto de individuos genéticamente idénticos entre sí y que proceden todos, por multiplicación vegetativa, de un único individuo inicial).
El castaño híbrido, al ser el resultado de una selección clonal, necesita ser reproducido por métodos de multiplicación vegetativa ya que es el único modo de asegurar la identidad genética del material multiplicado respecto a la planta de partida.

MULTIPLICACIÓN DEL CASTAÑO POR ACODO BAJO
Es el método más empleado.
Se basa en la capacidad del castaño de rebrotar de cepa. Se trata de forzar la emisión de raíces en cada uno de los brotes mientras aún están unidos a la cepa madre. Una vez que el brote emite raíces se separa de la madre, obteniéndose una planta independiente y lista para la venta en un único período vegetativo.
Otros métodos de multiplicación del castaño, aunque menos empleados, son el estaquillado semiherbáceo, y la micropropagación (cultivo in vitro).